Si hay algo que me encanta de las rebajas es poder comprar cosas para la casa que normalmente están (como mínimo, que sino no son rebajas delas buenas) a la mitad de su precio normal. Me puede. Me voy con una sensación de cazadora de gangas que me pone feliz (lo sé, debo hacérmelo mirar! jajaja). Y es que vale, lo admito, tengo demasiados tras...
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